
Hay veces que necesitas unas copitas de más, para expresar tus sentimientos, ya sean buenos o malos. En este caso evidentemente serán la mayoría buenos, pero también habrán malos, por lo tanto, en el momento en que puedan creer que esta entrada pueda hacerle daño, no lo lea, pero ante todo, reflejará grandes cosas de grandes personas.
Mi hermano mayor se llama Josan para mí, Jose Antonio para al resto. De él recuerdo varios momentos buenos, en su mayoría debo decir buenos. Recuerdo un día que como día normal de peleas de hermanos, yo decidí que hasta ahí habíamos llegado, era quizas unas de las pocas peleas que habíamos tenido pero evidentemente cuando no estás acostumbrado a algo, te sienta peor.
Cuando yo terminé la ESO orgulloso fui hacia él diciéndole que lo había conseguido, para mí los logros personales siempre han sido muy importantes, por lo tanto ese día quizás fue el día que indirectamente más pudo herir mis sentimientos, aún así, aunque me lo tomé mal, decidí seguir adelante, y el día que conseguí el título de bachillerato lo primero que hice fue decirle; ¡Hasta aquí no llegaste!
David, Ay! David! como si de la misma Carmen Maura en Ay! Carmela debo hablar de él. David es especial, orgulloso, cabezota, quizás es con el hermano que más me he chocado, por diferencias, no digo ni que uno fuera mejor ni peor que el otro, simplemente diferentes.
David en algún momento de mi vida, me hizo pasar sin dudarlo los peores momentos de mi vida. Sentir el rechazo de una persona, de una forma radical, con insultos incluidos que no son insultos de un simple calentón sino de una ideología elaborada en uno mismo, duele mucho, pero también quizás ver a tu hermano como un monstruo y temerle hace que esa sombra que responde al nombre de David, no es como realmente lo que es.
Al empezar he dicho que quizás sea el hermano con el que más distanciado pero quizás sea un ejemplo de la teoría de la convergencia en todo su esplendor, y es que en poco tiempo ha sido quizás con el que mejor he recuperado el tiempo perdido, y al que a corto plazo más debo agradecer por todo su apoyo.
Carmen, es la estabilidad personificada, es una persona que aunque con sus altibajos siempre está ahí para apoyarte, para demostrarte que la superación es un reto individual pero dentro de un entorno, y que ambos se pueden equilibrar de tal manera que el conjunto resulte atractivo tanto para uno mismo, como para los que le rodean.
De Carmen debo decir que la maltraté tanto física como psicológicamente, debo decir que fueron “Cosas de Hermanos”.
De ella intento conseguir siempre un punto medio, que no me altere y sea capaz de torear cualquier vaquilla que me pongan por delante sin salir malherido de la plaza. De ella intento superarme día a día, y sentirme orgulloso cuando miro hacia atrás. De ella intento mirar a mi alrededor y conseguir sentirme orgulloso porque todo aquello que me rodea es motivo para sentirse al menos un poquito orgulloso.
Esto es una entrada simple con la que quiero dar a conocer a mis hermanos, unas personas que hoy en día y cada vez más me hace sentirme más orgulloso de los que me rodean.
Para ellos Gracias!
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